viernes, 27 de febrero de 2015

“El año de la promesa”

 Por James Maloney

 

clip_image002El carácter de Dios

Hablando de poseer nuestra tierra, en el sentido espiritual de una jornada próspera a lo largo de la vida (3 Juan 2), Deuteronomio 11:12 comparte una revelación de los pensamientos del Señor acerca de la herencia de su pueblo: El Señor su Dios es quien la cuida; los ojos del Señor su Dios están sobre ella todo el año, de principio a fin.

 

Esto me dice que Él nos tiene en consideración especial, año tras año sin interrupciones. Creo que debemos ver con los ojos de la fe (2 Corintios 4:18) y reconocer que cada nuevo año es el final de lo viejo y el comienzo de lo nuevo. En otras palabras, todo es sólo una continuación del “presente”, porque el Señor vive en el presente y nunca cambia. Desde la perspectiva eterna de Dios, el pasado, el presente y el futuro ocurren al mismo tiempo.

 

El Señor tiene cuidado de nosotros de una manera paternal y amorosa, cuidando que nuestros ambientes, entornos y situaciones nunca se deterioren o vacilen. Está íntimamente involucrado en nuestra vida diaria, año tras año. Es protector sobre su obra para perfeccionar nuestro propósito. El Salmo 121:4 dice: Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. ¿Cuántos saben que somos el Israel espiritual de  Dios y que nuestra tierra está en el foco del Señor, así como ocurrió con los israelitas en el pasado? Esto continúa perpetuamente.

 

clip_image004El Señor se ocupa de nosotros: nuestro lugar de adoración, nuestra familia, nuestra casa, nuestro hogar, nuestro trabajo, etc. ¡Aún nuestros medios de transporte son importantes para Él! Ninguna de estas cosas escapan a sus ojos y este interés en nosotros se renueva cada año, nunca declina o cambia. Necesitamos comprender que esta es una verdad acerca del carácter de Dios y es imposible que cambie.

 

El Salmo 138:8 dice: El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!. Hablando de completar o terminar una obra que comenzamos, esto significa: “el viaje de éxito y abundancia en nuestro caminar en la vida”. El Señor no está planeando dejarnos colgados. En lugar de ello, cada área de nuestra vida se encuentra en un estado de desarrollo. Debemos alcanzar un lugar en nuestra relación con el Señor donde lleguemos a creer en esto con una fe incondicional. ¡Existe un planificador con un diseño divino respecto de nuestro progreso en esta vida y lo estamos cumpliendo!

 

La fe está creciendo y se está expandiendo el conocimiento de los atributos de Dios. El Señor está perfeccionando todo lo concerniente a nosotros. El pasaje de Filipenses 1:6 nos advierte: Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. El pasaje de Job 8:7 dice: Modestas parecerán tus primeras riquezas, comparadas con tu prosperidad futura. Nuestro crecimiento, desarrollo y madurez están señalando hacia una consumación grande y gloriosa. Piense de esta manera: Dios le puso el freno a satanás para que nosotros podamos avanzar aceleradamente.

 

El año de la promesa: Poseyendo nuestra tierra

Deuteronomio 33:25 dice: Tus cerrojos serán de hierro y bronce; ¡que dure tu fuerza tanto como tus días!. Esto nos dice que la vida, las circunstancias del día a día, no nos dejarán como un envase vacío o un pozo seco. No, mientras las demandas de cada día aumentan, nuestros recursos interiores de fortaleza nos igualarán ante cualquier situación que debamos enfrentar. Podemos despertarnos cada mañana sabiendo que nuestras fuerzas son más que suficientes para las demandas de ese día.

 

clip_image006Esta es la tierra de nuestra herencia y este es el año de nuestra promesa. Estamos viviendo en la dimensión de la provisión completa, sólo debemos saber que esto es cierto y confiar en la fidelidad inquebrantable del Señor para completar la obra que comenzó en nosotros. Esta verdad está acompasada por todas las necesidades que podamos tener. Nuestra fuerza será suficiente para enfrentar los problemas físicos, la estrechez financiera y el stress emocional y mental. El Señor se asegura que estemos por encima de los desafíos. No debemos funcionar con los nervios de punta. ¿Sabe lo que digo?

 

Quizá se pregunte, “¿qué pasa con mis circunstancias?”. Puede parecer que estuvo esperando por esta manifestación de verdad y fortaleza en su vida por años. No estoy minimizando a nadie que esté atravesando un problema. Dios sabe que estos dos últimos años fueron los más difíciles de mi vida adulta y donde bajé los brazos. Por eso me puedo identificar mucho más con las dificultades que otros enfrentan.

Esto no cambia lo que dice la Palabra de Dios: Todas las promesas que ha hecho Dios son ‘sí’ en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos ‘amén’ para la gloria de Dios” (2 Corintios 1:20). Mientras estamos esperando para recibir las respuestas (y vienen en camino), el Señor nos está enseñando lecciones invaluables sobre confiar y descansar el Él, alentando nuestra fe y no para hacernos sentir miserables. No estoy seguro de la razón por la cual muchos cristianos parecen pensar que Dios quiere estrujarnos y crea estas circunstancias para mantenernos contra el piso, así estará seguro de nuestro amor. Esta es una filosofía muy extraña. Amados, Dios no necesita meternos en una olla a presión para probar nuestra devoción hacia Él. Concretamos mejor su propósito si somos prosperados que siendo pisoteados. Lamentaciones 3:33 dice: “El Señor nos hiere y nos aflige, pero no porque sea de su agrado.

 

clip_image008Necesitamos comprender que en estas instancias no se trata de nuestro entorno probándonos, sino la Palabra de Dios. Note que uso la palabra “probando” y no “torturando”, porque la diferencia es notable. Probar algo significa purificarlo o refinarlo. Vea a José. El Salmo 105:19 dice: “… hasta que se cumplió lo que él predijo y la palabra del Señor probó que él era veraz. Pasaron doce largos años. Pero la palabra se cumplió y José fue un mejor hombre a causa de ello, siendo levantado como el segundo en la tierra de Egipto. Ocupó esa posición para salvar a su familia, aún a aquellos que crearon las circunstancias que generaron esos doce años.

 

Nuestras condiciones adversas no nos prueban, son las mismas promesas de Dios. Eso hace que valga la pena, porque sabemos que las promesas se cumplirán. En la espera del cumplimiento, aprendemos a confiar que Dios es verdadero respecto de su Palabra y veremos la manifestación de lo que estamos buscando. La diferencia aquí es que nuestras situaciones pueden cambiar, pero las promesas de Dios no. Si nos probaran las circunstancias estaríamos encallados, pero como sabemos que la Palabra de Dios es verdad, producirá lo que las promesas deben producir. Entonces, trato de decirle que “debemos confiar en nuestras promesas y no en nuestras circunstancias”. Podemos elegir dónde enfocar nuestra atención.

 

La escuela de la confianza

Debemos ser conscientes de estas palabras: ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!” (Lucas 1:45). ¿Cree eso? Digo, ¿realmente lo cree? Afirmarse sobre una promesa del Señor no es pensamiento positivo, sin importar lo que enfrentemos. Sabemos que la prueba de la validez de una promesa es el desempeño, ¿cierto? Si la promesa se vuelve verdad, era una promesa verdadera. Tiene sentido. Las promesas de Dios tienen su propio seguro de cumplimiento, porque Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?” (Números 23:19).

 

Esto es así o no, no existen áreas grises. No es una cuestión de “quizá”, es todos los días, cada año y nunca cambia. Por esta razón nos dice a cada uno de nosotros: Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:5-6). La palabra allanar significa “suavizar y enderezar”. Dios no está tratando de hacernos tropezar y caer, está pavimentando el camino para que podamos avanzar. Pero este es un proceso, ¿cierto?

 

El Padre sabe que es más difícil esperar que moverse y es más fácil correr que quedarse quieto. Por esa razón Dios establece nuestro camino para que podamos avanzar. Pero la parte de esperar es la más dificultosa, aunque es muy necesaria. Quizá aún mucho más. Esperar una respuesta que parece una demora innecesaria es una oportunidad para que el Señor nos enseñe y nos corrija, ajustando nuestro curso para que no tropecemos y nos quebremos un tobillo. El hecho es que mientras esperamos, el Señor sabe que tiene nuestra atención y eso no es malo.

 

Esto es bueno: “… porque plenamente y sin demora el Señor cumplirá su sentencia en la tierra” (Romanos 9:28). Estas palabras se pueden resumir en “cortar algo de una manera rápida y sucinta para hacerlo más pequeño”. Imagínese un par de tijeras muy afiladas manejadas por un experto peluquero. En dos cortes terminó de hacer un trabajo rápido.

 

Mientras aprendemos a confiar en la bondad del Señor y en su fidelidad acelerada, podemos comenzar a ver que este es el año de nuestra promesa y poseeremos la tierra. Confíe en el Señor que Él tiene nuestros mejores intereses en su corazón y completará lo que comenzó. Mantenga sus ojos en Él, no en las circunstancias y experimentará una apertura.

 

James Maloney

(www.elijahlist.com)

 

“Uno, dos, tres… ¡Marchen!”

 

Por Kathi Pelton

 

clip_image002El Cuerpo de Cristo hoy está viviendo una expresión moderna de la historia que vemos en el libro de Josué, cuando los israelitas entraron en la Tierra Prometida. Cerca del final del 2014, Dios envió muchos “espías proféticos” en la “tierra del 2015” y trajeron un buen reporte. Se reportó que volveríamos a ver el fruto de nuestras viñas, que nuestras vasijas rebosarían y fuimos equilibrados para movernos en una nueva tierra que fluye leche y miel.

 

Algunos incluso notaron que la gente peleaba con el temor respecto de los gigantes de la tierra. Es verdad que existen gigantes que resistirán y tratarán de imponerse sobre el pueblo de Dios, pero el reporte del Señor siempre les asegura la victoria para sus hijos. Mientras avanzamos en el 2015 y entramos en esta Tierra Prometida, muchos experimentaron una circuncisión en sus corazones. El dolor fue sorpresivo e inesperado, pero necesario para que se pueda establecer con mayor claridad nuestra verdadera identidad en Cristo. Para proceder debemos conocer “quienes somos”. La conciencia de nuestra identidad está ligada directamente con nuestra habilidad para caminar en autoridad y favor

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No desmaye si estuvo atravesando por un tiempo de dolor y sanidad en este punto del año. Oímos de muchas personas a las que Dios las llevó a tratar con asuntos profundamente arraigados en sus vidas para que puedan avanzar libres de la opresión. Esto pudo confundir a algunos debido a todas las palabras que surgieron sobre el cumplimiento de las promesas y la doble bendición. Dios desea que su promesa la reciba un corazón sano. La sanidad es parte de la apertura por la que estuvo esperando.

 

Marche

Josué 6:1-5 dice: Las puertas de Jericó estaban bien aseguradas por temor a los israelitas; nadie podía salir o entrar. Pero el Señor le dijo a Josué: ¡He entregado en tus manos a Jericó, y a su rey con sus guerreros! Tú y tus soldados marcharán una vez alrededor de la ciudad; así lo harán durante seis días. Siete sacerdotes llevarán trompetas hechas de cuernos de carneros, y marcharán frente al arca. El séptimo día ustedes marcharán siete veces alrededor de la ciudad, mientras los sacerdotes tocan las trompetas. Cuando todos escuchen el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a voz en cuello. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento.

 

¡Dios está diciendo que es tiempo de marchar en Marzo! Siento que desde ahora hasta el 4 de Marzo, Dios nos estará entregando instrucciones respecto de cómo avanzar y ver como caen los muros de impedimento. Durante la oración el Señor me mostró el 4 de Marzo y dijo: “Hacia el 4 de Marzo marcharás libre de todas las cadenas de tus opresores”.

 

¡Marzo es el mes para poseer la tierra! Dios estableció aperturas en Febrero y en Marzo comenzaremos a poseer nuestra apertura. Será un tiempo para establecer la autoridad de Dios y su repunte repentino.

 

El festival judío llamado Purim comienza el 4 de Marzo y termina la tarde del 5 de Marzo (desconocía esto cuando oí la palabra sobre “marchar en marzo”). El festival de Purim se celebra cada año el 14 del mes de Adar (final del invierno/inicio de la primavera). Conmemora la salvación de los judíos en la Antigua Persia luego del complot de Amán para “destruir, matar y aniquilar a todos los judíos, jóvenes y viejos, niños y mujeres, en un solo día”.

 

clip_image006Un llamado a ayunar y orar por nuestro repunte repentino

Ester y Mardoqueo fueron usados para provocar un repunte repentino para todo un pueblo. En un momento se revirtió una sentencia de muerte. Aunque hubo un momento repentino de revocación y liberación, el proceso para llegar a ese momento creó una gran cantidad de ansiedad y temor, tanto en Ester como en Mardoqueo. Purim comienza el 4 de Marzo por la tarde. Muchos de los profetas con quienes estuvimos hablando están sintiendo que deben orar y ayunar entre el 1-3 de Marzo por sus naciones, así como por sus repuntes personales. Estamos en un tiempo donde el espíritu de Amán (enemigos como el ISIS) declaró la muerte para los cristianos alrededor del mundo. Podemos orar para detener a este espíritu en un momento.

 

Este llamado a orar y ayunar (1-3 de Marzo), puede ser nuestra marcha de Jericó para derribar los muros. Debemos unirnos por todo el mundo y pelear por nuestra apertura mientras atravesamos Purim.

 

Kathi Pelton

(www.elijahlist.com)

miércoles, 18 de febrero de 2015

Seamos como Cristo siguiendo el ejemplo de la vida de Eliseo: Las pruebas y el doble manto

 

Por Barbie Breathitt

 

clip_image002Las pruebas y el doble manto

Luego que Elías entrenó a su siervo Eliseo para que aprendiera a ver, oír y profetizar la palabra del Señor, había llegado su tiempo para regresar al cielo. El carruaje celestial de Dios cargó a Elías y lo alejó de Eliseo hacia la expansión espiritual eterna de los cielos, más allá del tiempo. Elías le dijo a Eliseo: Has pedido algo difícil, pero si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no” (2 Reyes 2:10).  

 

Eliseo tuvo que atravesar muchas pruebas y perseverar para caminar en la doble porción del manto de Elías (ver 2 Reyes 2:1-18). Elías le pidió a Eliseo que se quedara en Gilgal, el lugar del corte, la circuncisión y donde se separaban del reproche, pero se negó. Esta es una representación que nos muestra que cuando Dios remueve nuestro pasado y nuestros reproches, debemos caminar a través de las puertas de autoridad hacia el nuevo lugar que Dios preparó. Entonces Eliseo se mudó hacia Betel, el lugar de la casa de Dios, las puertas del cielo. Betel era el lugar donde la gente iba a buscar el consejo de Dios. Eliseo siguió a Elías hacia Betel para aprender cómo obtener consejo de Dios.

 

Debemos seguir la guía del Espíritu Santo hacia el próximo lugar de prueba para progresar espiritualmente. No podemos continuar siendo complacientes o estáticos, cuando el río de Dios está fluyendo.

 

clip_image004Allí los miembros de la comunidad de profetas de Betel salieron a recibirlos, y le preguntaron a Eliseo: ¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro, y a dejarte sin guía? Lo sé muy bien; ¡cállense!” (2 Reyes 2:3). Los hijos de los profetas en Jericó, el lugar de la fragancia y la guerra, también pudieron ver que ese día Elías sería arrebatado de la vida de Eliseo.

 

Desde Jericó, Elías y Eliseo viajaron hacia el Jordán, el lugar desde donde se desciende o que fluye hacia abajo, donde cincuenta hombres de los hijos de los profetas se quedaron esperando en la margen opuesta del Jordán. Elías tomó su manto, lo enrolló, golpeó las aguas del Jordán y lo dividió, permitiendo que ambos profetas cruzaran por terreno seco.

 

Al cruzar, Elías le preguntó a Eliseo: ¿Qué quieres que haga por ti antes de que me separen de tu lado? Te pido que sea yo el heredero de tu espíritu por partida doble, respondió Eliseo. Has pedido algo difícil, le dijo Elías, pero si logras verme cuando me separen de tu lado, te será concedido; de lo contrario, no. Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en medio de un torbellino. Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: ¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel! Pero no volvió a verlo. Entonces agarró su ropa y la rasgó en dos” (2 Reyes 2:9-12). A pesar de todo esto, Elías no le entregó el manto a Eliseo; tuvo que recogerlo luego que Elías fuera arrebatado hacia el Cielo.

 

¿Cuál era el significado del manto de Elías para Eliseo?

En hebreo la palabra manto es addereth y su raíz es adar, la misma palabra para el último mes del calendario hebreo. El mes de Adar es el mejor tiempo para remover cualquier barrera personal para la santidad y el mejor tiempo para crear el potencial para el mayor gozo. Adar es el último mes del año. Completa el año y señala un tiempo de plenitud. El significado de adar es glorioso, espléndido, maravilloso y poderoso. Como sustantivo, significa manto o capa.

 

clip_image006Luego recogió el manto que se le había caído a Elías y, regresando a la orilla del Jordán,  golpeó el agua con el manto y exclamó: ¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías? En cuanto golpeó el agua, el río se partió en dos, y Eliseo cruzó” (2 Reyes 2:13-14).

 

La tradición judía indica que el manto que dejó caer Elías era su talit o manto de oración. El talit de un profeta o un maestro tenía flecos color azul oscuro en su borde. La gente cree que los flecos púrpura contenían el poder para hacer milagros. Por esta razón la mujer con flujo de sangre quiso tocar el talit de Jesús. Cuando fue sana, Jesús declaró: “¿Quién me tocó? Sentí que virtud salió de mí”. Luego le dijo: “Tu fe te ha sanado”, no la sanó un fleco color púrpura (vez Mateo 9:20-22 y Lucas 8:43-48).

 

El manto, talit o adar de Elías, simbolizaba que Eliseo removió todas las barreras en su relación con Dios. Ya no era el siervo, ahora debía pararse como el profeta a quien había servido. El manto de Elías era la puerta a través de la cual se manifestaba el poder de Dios. Elías le dijo a Eliseo que si lo veía irse de su lado, obtendría su deseo de caminar en el ministerio profético con una doble porción de su espíritu.

 

clip_image008El manto es un símbolo de gozo y plenitud. Elías dejó su manto como la señal que había completado su tarea. Eliseo recogió el manto indicando que comenzaba un nuevo año, lo recogió donde lo dejó Elías y comenzó su propio ministerio como profeta. El manto de Elías era un símbolo del pacto de poder y autoridad entre Elías y Dios. Eliseo recogió el manto de Elías simbolizando que entraba en el mismo acuerdo con Dios. Cuando Eliseo usó el manto de Elías para abrir el Jordán, Dios estableció su acuerdo o su pacto con Eliseo.

 

Como se ve la doble porción

Todos estamos en un nivel diferente para oír y ver en nuestro entendimiento espiritual. Eliseo había caminado con Elías, quien lo entrenó personalmente durante años. Fue probado y tratado en todas las disciplinas espirituales. Los hijos de los profetas también atravesaron ese entrenamiento, pero no poseían el nivel de visión que Eliseo había desarrollado. Eliseo vio los carros de fuego y los caballos descendiendo para separarlo de Elías. Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar: ¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza conductora de Israel! Pero no volvió a verlo. Entonces agarró su ropa y la rasgó en dos” (2 Reyes 2:12).

 

Los hijos de los profetas sólo vieron el torbellino que crearon los carros y se quedaron preguntándose si Elías había sido trasladado al Cielo o si fue transportado hacia otro territorio. Tuvieron que buscarlo durante tres días en lo natural para estar en paz. Eliseo sabía que Elías había sido arrebatado hacia el cielo porque pudo ver más allá de lo natural, entrando en contacto con la realidad invisible del Espíritu.

 

“Los profetas de Jericó, al verlo, exclamaron: ¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo! Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él, rostro en tierra. Mira, le dijeron, aquí se clip_image010encuentran, entre nosotros tus servidores, cincuenta hombres muy capaces, que pueden ir a buscar a tu maestro. Quizá el Espíritu del Señor lo tomó y lo arrojó en algún monte o en algún valle. No, respondió Eliseo, no los manden. Pero ellos insistieron tanto que él se sintió incómodo y por fin les dijo: Está bien, mándenlos. Así que enviaron a cincuenta hombres, los cuales buscaron a Elías durante tres días, pero no lo encontraron. Cuando regresaron a Jericó, donde se había quedado Eliseo, él les reclamó: ¿No les advertí que no fueran?” (2 Reyes 2:15-18).

 

El Nuevo Testamento nos presenta un ejemplo de la voz de Dios hablando desde el cielo cuando Jesús anunció su muerte. Algunos de los que estaban ahí no oyeron nada. Otros de los que estaban presentes en la multitud oyeron la voz de Dios manifestándose como un trueno, mientras otros pensaron que era un ángel. La multitud que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado. Esa voz no vino por mí sino por ustedes, dijo Jesús” (Juan 12:29-30).

 

Tanto el nombre de Elías (“el Señor es mi Dios” o campeón espiritual) como el de Eliseo (“Dios me salvará o me protegerá”) cargan el registro de lo que representaron, pero no necesariamente cómo vieron, si se suponía que estaban llamados a ser videntes. El nombre Elías significa Dios es Jehová o YHVH es mi Dios. Toda su vida funcionó como el “registro” del Padre en la tierra.

 

En el caso del siervo de Elías, el carro fue un transporte trans dimensional del siervo de Dios. El carro de Dios transportó a Elías fuera del tiempo, hacia la realidad eterna donde este profeta siempre existió en lugares celestiales. Cuando llegue la plenitud del tiempo, Dios descenderá para reproducir el registro de sí mismo que estableció dentro de Elías.

 

Elías vino a restaurar todas las cosas de vuelta hacia Dios. Este pasaje refleja el llamado de Elías: Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres, y así no vendré a herir la tierra con destrucción total” (Malaquías 4:6). La unción de Elías era para restaurar la justicia y proteger la dimensión terrenal de ser destruida por una maldición provocada por el pecado. El nombre Eliseo significa “Dios es salvación” o “Mi Dios es salvación”. Él operó bajo una doble porción del espíritu de Elías.

 

Caminar como el profeta Eliseo

Los ojos de Eliseo vieron más allá del velo de lo natural hacia la realidad sobrenatural, donde habitan el ejército y los carros de los ángeles guerreros de Dios. Sus ojos no estaban limitados por las circunstancias o los hechos impactantes. Sabía que estaba mirando más allá de lo natural para ver la provisión de Dios. Confiaba más en la dimensión de la fe que en la manifestación aparente del plano natural.

 

clip_image012Cuando el temor cegó los ojos del siervo de Eliseo, la oración del profeta fue capaz de abrir sus ojos espirituales cegados para que pudiera ver la realidad coexistente de los ángeles. Saber que son más los que están a nuestro favor que en contra nuestra, nos traerá paz más allá de nuestro entendimiento presente.

 

La oración nos libera del temor. La oración abre nuestros ojos para ver la respuesta permanente de Dios. Al mismo tiempo, nuestro decreto profético cegará los ojos de nuestros enemigos y los pondrá bajo nuestra misericordia. Para que Dios nos pueda confiar este nivel, necesitamos desarrollar elevados niveles de obediencia y compasión. Dios quiere confiarnos las vidas de nuestros enemigos. Dios prueba y nos examina hasta tener la seguridad que no ejecutaremos nuestro propio juicio o dañaremos de alguna manera a la gente.

 

Cuando Dios entrega a nuestros enemigos en nuestras manos, debemos devolver bien por mal, bendición por maldición y amor por el abuso. El Señor es el único que se debe mover en juicio. Dios dice: “Mía es la venganza”. No tenemos derecho a la venganza. Dios retiene la responsabilidad de reivindicarnos.

 

Estamos llamados a amar a nuestros enemigos, pero a ser amables con aquellos que nos persiguen, usan y abusan de nuestra bondad. Debemos guiar a nuestros enemigos hacia la salvación y sus ojos serán abiertos por la palabra de salvación de Dios, su espíritu amoroso y su gracia. Es tiempo de amar como Dios ama, ver como Dios ve, obedecer lo que Dios dice en su Palabra y luego hacer las obras de Dios.

 

Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad. ¡Ay, mi señor! exclamó el criado. ¿Qué vamos a hacer? No tengas miedo, respondió Eliseo. Los que están con nosotros son más que ellos. Entonces Eliseo oró: Señor, ábrele a Giezi los ojos para que vea. El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo” (2 Reyes 6:15-17).

 

clip_image014Cuando los enemigos de Eliseo descendieron del monte para perseguirlo, Eliseo oró. Debemos seguir su ejemplo. Las oraciones de Eliseo paralizaron a sus enemigos por medio de la ceguera. Esto les quitó a sus enemigos el poder y el control. Fueron forzados a ir hacia un lugar donde quedaron vulnerables, vagando en tinieblas y confusión.

 

El ejército se movilizó para atacar al profeta, pero Dios lo protegió. El profeta fundamentó su confianza en Dios. En este nuevo estado de total dependencia y humillación, el enemigo tuvo que confiar en Eliseo y seguirlo a ciegas hasta Samaria. Como ya los sirios se acercaban a él, Eliseo volvió a orar: Señor, castiga a esta gente con ceguera. Y el Señor hizo lo que le pidió Eliseo. Luego Eliseo les dijo: Ésta no es la ciudad donde iban; han tomado un camino equivocado. Síganme, que yo los llevaré donde está el hombre que buscan. Pero los llevó a Samaria” (2 Reyes 6:18-19).

 

Los enemigos de Eliseo tuvieron que atravesar un proceso, confiando en aquel a quien fueron enviados a destruir. Una vez que llegaron al lugar prometido, Eliseo oró para que Dios volviera a abrir sus ojos y su visión fue restaurada. Recibieron una nueva visión, pero estaban en medio de sus enemigos. Después de entrar en la ciudad, Eliseo dijo: Señor, ábreles los ojos para que vean. El Señor así lo hizo, y ellos se dieron cuenta que estaban dentro de Samaria” (2 Reyes 6:20).

 

Muchos de nosotros fuimos heridos por un enemigo o traicionados por un amigo cercano, pero debemos responderles con el amor y la compasión de Dios.

 

Cuando el rey de Israel los vio, le preguntó a Eliseo: ¿Los mato, mi señor? ¿Los mato? No, no los mates, contestó Eliseo. ¿Acaso los has capturado con tu espada y tu arco, para que los mates? Mejor sírveles comida y agua para que coman y beban, y que luego vuelvan a su rey” (2 Reyes 6:21-22).

 

clip_image016Eliseo le dijo al rey de Israel que respondiera conforme a la grandeza del amor de Dios para que sus enemigos pudieran conocer la compasión entre sus captores. Eliseo le aconsejó al rey que alimentara a los arameos, concediéndoles provisión y cuidado, en lugar de asesinarlos. El rey preparó una fiesta para el ejército enemigo y comieron hasta saciarse. Así que el rey de Israel les dio un tremendo banquete. Cuando terminaron de comer, los despidió y ellos regresaron a su rey. Y las bandas de sirios no volvieron a invadir el territorio israelita” (2 Reyes 6:22-23).

 

La misericordia de Eliseo triunfó sobre el juicio. La gracia derramada nos guiará hacia nuestra victoria. Los enemigos del rey de Israel fueron entregados en sus manos. El rey quería ejecutarlos y destruirlos, pero el profeta lo reenfocó con cuidado para que los bendijera y no los destruyera.

 

La buena voluntad siempre triunfará sobre el mal. El amor siempre producirá un mejor resultado que el odio. Nunca debemos pagarles a nuestros enemigos con el mismo espíritu maligno. Nunca debemos devolver mal por mal, necesitamos aprender a bendecir en lugar de maldecir. No somos de este mundo, entonces no podemos responder en el espíritu de este mundo. Dios es amor, entonces debemos responder en el poder de su fuerza.

 

Barbie L. Breathitt Ph.D.

(www.elijahlist.com)

 

Un nuevo estándar de expectativa: Lleno de su bondad

 

Por Joey LeTourneau

 

 

clip_image002“… El Señor ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su amor” (Salmo 33:5).

 

¡Amo esta palabra! Qué declaración: ¡La tierra está llena del amor del Señor! ¿Cuán a menudo lo vemos al revés? ¿Cuántas veces esperamos lo opuesto? ¿Predisponemos nuestros ojos para ver lo malo, lo ofensivo o aquello con lo que no estamos de acuerdo?

 

Creo que hay más amor flotando en lo que no se ve cada día rodeándonos y esperando para probar esta verdad y escurrirse hacia todos los que están cerca de nosotros. Existe una gran cantidad de oportunidades que nos están aguardando, esperando por nuevos pioneros que descubrirán todo el bien de Dios que está esperando para revelarlo y exponerlo como realmente es: ¡Un Padre que da vida en abundancia!

 

clip_image004Podemos ver cómo la palabra del Salmo 33:5 se puede ver como algo familiar. Para mí, un día Dios la volvió a traer a la vida de una nueva manera. Cuando la leí esa vez, mientras miraba un partido de fútbol, brotó una nueva visión ante mis ojos espirituales. Su bondad vino a la vida mientras veía un mundo que, para dondequiera que caminara, estaba lleno de burbujas a punto de explotar.  

 

En cada burbuja había una explosión de la bondad de Dios que esperaba para regar la tierra y sanar los lugares secos. Sin embargo, cuán fácil es caminar siguiendo nuestra propia agenda, siendo guiados por los ojos de nuestras propias expectativas, mientras el Padre mira por quienes probarán lo que es real conforme a su voluntad. Si midiéramos todas las oportunidades de la bondad de Dios, entonces debemos cambiar lo que nuestro pasado, nuestros temores y nuestras heridas programaron que debíamos ver. ¡Debemos vivir con un nuevo estándar de expectativa!

 

Un nuevo estándar de expectativa

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18).

 

Una vez me encontraba en una reunión con un joven en África que se había enterado de una ofensa en contra mía y de mi familia. Mientras conversábamos, comenzó a ver algunas de las mentiras que estaba creyendo del acusador y cómo esas mentiras conformaron su visión de la realidad. Luego dijo algo que me pareció muy interesante: “Bien, me enseñaron que nuestra expectativa es nuestra realidad”.

 

Estaba asombrado, porque lo supiera o no, dio justo en el clavo. Nuestra expectativa le da forma a la realidad en la que participamos a menudo. Conforma nuestras oraciones, nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras conversaciones y nuestras relaciones. Conforma la manera como interactuamos con la bondad de Dios y cómo la revelamos.

 

clip_image006Necesitamos un nuevo estándar de expectativa y creo que esto es lo que Dios está levantando en cada uno de nosotros ahora mismo. Dios puso a nuestra completa disposición un amor perfecto que aplasta todos los temores, heridas y recuerdos de nuestro pasado que tratan de atormentarnos, limitar nuestra expectativa e impedirnos descubrir la excesiva bondad de Dios.

 

Este nuevo estándar de expectativa nos libera del temor de repetir el pasado en una circunstancia o relación. Nos capacita para seguir caminando un paso a la vez, confiando plenamente en Él, en lugar de temer que las aguas se vuelvan a cerrar sobre nosotros y nos aplasten. Destruimos nuestro temor a las sorpresas negativas al darnos cuenta que con Dios, nuestro Padre abundante, no debemos temer nunca más a las sorpresas desconocidas porque su amor es perfecto y siempre podemos esperar algo acorde.

 

Nuestro presentimiento acerca de lo que viene puede pasar como una nube y ser reemplazado con una anticipación de esa próxima nube de la bondad de Dios que encontraremos, abriéndose para nosotros mismos o para otros. Estamos siendo renovados en nuestra expectativa para sortear los temores que el enemigo quiere que probemos y esperar nuevas respuestas que están definidas por el amor inexpresablemente perfecto, completo y feroz hacia usted y por mí. Esta es una expectativa basada en el perfecto amor.

Debemos tratar con nuestra versión terrenal y frecuentemente corrompida de la palabra “perfecto” para comprender cuál es el nivel de perfección del amor de Dios. Tenemos pocas cosas con las cuales compararlo aquí en la tierra, porque existen pocas definiciones vivientes de la perfección, según los ojos de Dios. Su definición de perfecto nos trae paz y libertad, porque no existe una brecha, hueco o necesidad que nos pueda hacer temer que algo logre atravesar ese perímetro. Su amor nos consume, nos rodea con completa seguridad y establece un nuevo fundamento que nos asegura que no debemos esperar otra cosa que descubrir y traer a la vida su bondad, dondequiera que vayamos y con quienquiera que nos encontremos.

 

Oportunidades para dar vida

“... El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

 

Existen oportunidades para dar vida por dondequiera que vayamos. Este temor que se nutre de sus acusaciones, enmascarándose como un amor imperfecto, les ha robado mucho a los hijos de Dios. Sin embargo, podemos recuperarlo en el Nombre de Jesús. Su bondad está dondequiera que vayamos, esperando ser descubierta para que la podamos probar por nuestra fe y nuestras expectativas renovadas.

 

No necesitamos un ministerio formal organizado o una congregación para vivir ese propósito de vida. No necesitamos un título o el reconocimiento de otros. Dios usa todas esas cosas, pero su bondad no descansa en ellas, tanto como que usted y yo podamos probar esta realidad. Jesús no dijo que vino a fundar un ministerio y lo hizo de la manera más efectiva. Dijo que vino a dar vida y darla en abundancia. Esa también puede ser nuestra visión y su bondad será lo que provea para nuestro propósito en la vida y nuestros encuentros.

 

clip_image008La tierra está llena de su bondad, esperando que la anhelemos, la reconozcamos, la anticipemos y tomemos lo que está oculto dentro de esas burbujas para revelárselo al mundo. Cuando cambiamos nuestras expectativas para anticipar su versión de bien, en lugar de cualquier cosa a la que le temamos, tomaremos las aguas de su perfecto amor y lo veremos transformar a las personas o los lugares más desolados y secos, incluyendo a nosotros mismos.

 

Debido a esta verdad, toda la tierra está lista para la bondad de Dios. ¿Puede verlo? Reciba un nuevo estándar de expectativa, redefinido por el amor perfecto de Dios hacia su vida.

 

Joey LeTourneau

(www.elijahlist.com)