sábado, 30 de marzo de 2013

Profecía entregada en la mañana del día 12 de Febrero del 2013, durante el servicio especial profético de CCN, en la ciudad de Caracas.

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

image“Viene una segunda ola de crecimiento y multiplicación sobre la Iglesia. Esta ola no será sólo de gente. La primera ola trajo multiplicación de gente y recursos, pero la segunda ola será de inserción social. Puedo ver cómo Dios inserta a sus hijos como una cuña en áreas determinantes de la sociedad donde siquiera soñaron que podían acceder”.

“En la primera ola se alcanzaron quinientas mil casas y llegaron recursos como nunca antes, pero ahora viene una ola de inserción social. Dios va a clavar a sus hijos como si fueran cuñas en las empresas, en los organismos públicos, en las entidades estatales, en las gobernaciones, etc. Los clavará en muchos lugares como si fueran cuñas para que comiencen a debilitar el sistema. Esas cuñas recibirán los golpes del Espíritu Santo que poco a poco hará penetrar la revelación de la Palabra en esos fundamentos hasta que las estructuras humanistas se debiliten tanto que colapsarán por su propio peso. Caerán las estructuras del sistema humanista. Esta es la segunda ola que está comenzando”.

“Aunque la primera ola seguirá creciendo y multiplicándose, esta segunda ola que se está levantando correrá sobre la primera, partiendo las bases de las estructuras que sostienen al sistema humanista. Estamos en tiempos de sentencia definitiva y esto significa que Dios le puso un punto final al circo llamado sociedad posmoderna en todo el mundo”.

Las señales que nos anunciarán este tiempo profético serán:

1. “Nos van a venir a buscar personas estratégicas en la sociedad para pedirnos ayuda para resolver sus problemas de gestión administrativa. Serán líderes del ámbito público y privado que reconocerán la unción y la gracia que reposa sobre nuestra vida”.

2. “El discipulado deberá orientarse a la preparación de líderes que puedan operar como esas cuñas en todas las reparticiones públicas y en las empresas privadas, insertando la revelación apostólica y profética del mensaje de Reino de Dios”.

3. “Veremos la remoción de liderazgos viejos y agotados que determinarán la caída de estructuras viejas y agotadas. Ayer vimos la renuncia del Papa aludiendo que no tenía más fuerzas para seguir. Esta fue la primera figura y seguirán otras que van a reconocer que ya no tienen con qué seguir adelante. No resistirán las presiones porque no tienen nada más para dar. Esta es la señal por medio de la cual las estructuras viejas y agotadas confesarán que ya no pueden darle más respuestas a la gente”.

“Paulatinamente las veremos desaparecer una tras otra, siguiendo un efecto dominó. Cuando veamos que estos liderazgos comienzan a caer, estaremos ante la manifestación de la señal. Por eso Dios primero nos exhorta a romper con la dependencia. Debemos buscar en nuestras casas y en nuestra vida la ‘pequeña vasija de aceite’ que nos quedó, porque desde allí Dios nos va a levantar para que seamos cuñas de revelación profética clavadas en la estructura del sistema humanista. Somos el instrumento que usará para derribar el sistema de pensamiento humanista”.

4. “Aparecerán liderazgos nuevos, ágiles y llenos de la vitalidad del Señor (Jeremías 1:11-12). Estoy hablando de toda la sociedad, incluida la Iglesia. Este es el tiempo de la tribu de Aser, representada por el número ocho y tiene que ver con la manifestación de todo lo nuevo que Dios está desatando sobre la tierra. Aser representa lo nuevo y refleja la grosura, la bendición y la abundancia del Reino de Dios”.

5. “Se terminaron las raíces y las ramas estériles en nuestra vida. Hasta ahora convivimos con ramas gruesas que alimentamos desde hace años, pero no tienen brotes ni frutos. El Espíritu Santo las quebrará en este tiempo y las hará caer. Es necesario arrancarlas de nuestra vida para que la savia, la energía vital del Espíritu que corre por nuestra vida, no se desperdicie. Cuando caiga lo que no sirve, esta misma savia llegará hasta las raíces de nuestra vida que ni siquiera sabíamos que existían, pero quedaron secas porque no les llegaba la vida del Espíritu. No somos conscientes de la profundidad de esas raíces. Pero cuando se caigan esas ramas secas, viejas, estériles y pesadas, estas raíces cobrarán vida. Recibiremos alimento y provisión desde lugares que jamás nos imaginamos, pero Dios fue trabajando en ellos en secreto, haciendo el camino para conectarlos con nosotros”.

6. “La presencia vital del Espíritu Santo, su fuerza vital, nos revelará que donde cae una rama vieja, surgirán cinco brotes nuevos. La pérdida no es una tragedia, es la puerta hacia la multiplicación y la expansión. Pero hasta que no caigan esas ramas estériles y secas, los brotes, las yemas nuevas que están en condiciones de aprovechar toda esa fuerza vital del Espíritu para expandirse, no se podrán manifestar”.

7. “Todo aquello de lo cual dependemos caerá en este tiempo, porque desde el trono de Dios ya se emitió la sentencia para que esto ocurra. Debemos prestar atención a las señales de los tiempos. Veremos liderazgos que parecían fuertes e inconmovibles quedando a un lado del camino. Algunos se irán de esta tierra y otros quedarán a un lado porque ya entregaron todo lo que tenían para dar. Este es el tiempo para el surgimiento de liderazgos nuevos, ágiles y llenos de la vitalidad del Espíritu Santo para entrar en la expansión”.

Los amamos y bendecimos,

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

domingo, 24 de marzo de 2013

“Enfoque de ocho días de oración para acceder a los nuevos comienzos”

Por Chuck D. Pierce

clip_image002La palabra “nuevo” es muy interesante. Amo Isaías 43:18-19, donde dice: Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. Puede estar ocurriendo algo nuevo, pero si no percibimos el cambio podemos perdernos este mover. Recuerde, un final siempre precederá a cualquier comienzo. Por tanto, la pregunta sería esta: “¿Cómo reacciona cuando está llegando a un final para iniciar un nuevo comienzo?”.

Amo la historia de la muerte de Lázaro. Este relato es un ejemplo perfecto de cómo percibir un final y un nuevo comienzo. Jesús fue notificado de la enfermedad de Lázaro y decidió no apresurarse para suplir esa necesidad. Por otro lado, escogió ir a Judea en lugar de ir hacia Betania, el hogar de María, Marta y Lázaro. A sus discípulos les costó mucho entender la realidad de esta situación. Cuando el Señor llegó a Betania cuatro días más tarde, Marta comenzó a cuestionar por qué no estaba allí cuando lo necesitaron.

El Señor le dijo: “Marta, no te he dicho que si crees verás la gloria de Dios”. Luego María se acercó al Señor con la misma pregunta, pero su postura al postrarse a sus pies demostró una señal de respeto, honor y sumisión. El clamor de María tocó las emociones del Señor, el mismo corazón de Dios. Esto lo hizo clamar profundamente y desatar una gran compasión que terminó abriendo la puerta para el poder de la resurrección. Este fue el catalizador que creó una cadena de eventos que escalaron desde la necesidad que completara su misión, se trasladara a Jerusalén y culminara el plan redentivo del Padre para usted y para mí.

La serie de eventos que vemos que María creó son clave para nuestras vidas durante este año. En todas nuestras situaciones, circunstancias y finales, siempre debemos demostrar una postura de adoración. Esto moverá el corazón de Dios y desatará el cambio catalítico sobre la tierra en la realidad y la atmósfera que lo rodea. Cuando llega el tiempo de lo nuevo, nuestro enfoque debe ser: “¿Estoy preparado para esperar hasta que ocurra una manifestación plena?”.

Para evaluar todos los nuevos comienzos, necesitamos hacernos estas preguntas:

1. ¿La situación o circunstancia en la que nos encontramos nos lleva a cuestionar el corazón y el amor de Dios hacia nosotros o nos está haciendo resistir nuestro nuevo comienzo?

2. ¿El enemigo está usando nuestras reacciones para impedirnos avanzar hacia lo mejor de Dios?

3. ¿Está dando patadas contra el “aguijón” y tratando de moverse fuera de la dirección que el Espíritu Santo estableció para desarrollar una revisión en su espíritu? ¿Las situaciones o circunstancias están creando barricadas para impedirle entrar en un “nuevo comienzo” equivocado?

4. ¿Esta situación o circunstancia que ocurre en mi vida está iniciando una cadena de eventos que me guían hacia un nuevo comienzo? A veces un evento en nuestra vida es el catalizador para muchos otros. ¡Quizá aún no hayamos visto el final de lo que comenzó a guiarnos hacia el nuevo lugar!

5. ¿Nuestra situación o circunstancia está creando una ofensa que nos impide avanzar?

Enfoque de oración de 8 días

Este es un enfoque de oración de 8 días que nos ayudará a entrar en lo nuevo que Dios tiene para nosotros. Este enfoque está diseñado alrededor del mes hebreo de Shevat, el mes de Aser. Podemos repetir este enfoque todas las veces que queramos. Además, no necesita completar este enfoque de oración dentro de los 8 días. ¡El propósito es ayudarnos a ser nuevos!

Día 1: Lea y memorice Juan 14:12-13: Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Deténgase a celebrar y adorar sobre estos versos. ¡Esta es una razón para seguir avanzando! Debemos ver la manifestación del Señor y su gloria en medio nuestro para poder ver nuestro futuro. Manifestar significa revelar o hacer que algo se ilumine y brille. El Señor está diciendo: “¡Haré que tu camino brille!”.

Regocíjese cada día mientras declara esta palabra para que se manifieste en su atmósfera. Lea estos versos tres veces al día. ¡Manténgase dispuesto a las implicaciones de esta palabra! No se detenga en su última bendición, manténgase enfocado en las nuevas manifestaciones de la bendición de Dios en su vida. Quiebre cualquier pensamiento que le diga: “Esto es todo lo que hay. ¡No puedo ver al Señor bendiciéndome de una manera diferente!”. Además, ¡no asuma que usted es la fuente que producirá su aumento! Esta es una mentalidad que opera arraigada en la pobreza.

Día 2: Lea Mateo 24:32-36: Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas. Les aseguro que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. ¡Vea el nuevo brote que está saliendo! La higuera nos entrega una gran enseñanza.

¿Cómo puede ser que lo seco y estéril del pasado, comience a dar fruto nuevamente en su vida? Este mes avance en la aparición de los brotes que producirán el fruto y el aceite para su futuro. Haga una lista de lo que quiere ver brotar en su vida. Revise lo que estaba seco y pídale al Señor que le muestre un nuevo “brote”. Además lea Isaías 35 y Hageo 2. Dispóngase a ser sacudido y presionado porque la gloria postrera será mayor que la primera. Sienta el peso y la presión de su gloria que producirá el aceite para su futuro.

Finalmente, lea el Salmo 92. Declare que comenzará a manifestarse una nueva unción en su vida durante los próximos meses. Se necesita un proceso de nueve meses para que el olivo pueda dar sus brotes, madurarlos y cosecharlos para producir aceite. ¡Decrete que este mes comienza a brotar! Espere la presión y la manifestación de su nueva unción. Regocíjese por la gloria tardía.

Día 3: Lea Génesis 22 e Isaías 59. Este es un tiempo para conectarse generacionalmente. Esto producirá una herencia sostenida en el Señor. Nuestras generaciones poseerán las puertas. Pídale al Señor que desenvuelva todas las bendiciones de su línea generacional que aún no se manifestaron y las traiga al plano natural. ¡Este es el año de la manifestación! En el comienzo de varios de los primeros capítulos de la Biblia existen tanto la muerte como el nacimiento.

Día 4: Lea Génesis 1, Éxodo 1, Josué 1, 1 Samuel 1, Mateo 1 y Hechos 1. Ciertas cosas necesitan terminar para que pueda ver un nuevo comienzo. Vaya a las cosas que Dios exponga en su línea generacional. Cierta gente morirá y esto marcará el fin de un tiempo para usted, pero otros nacerán. Honre a los que se fueron antes que usted. Honre a su padre y a su madre para tener una vida larga y próspera. Reciba el próximo caudal de revelación para “poseer las puertas de su enemigo”.

Día 5: Lea Génesis 15, el Salmo 9 y 11, Isaías 11 y 2 Corintios 5-6. Memorice y medite sobre Mateo 3:15. Pídale al Señor que le muestre las cosas que debe hacer para destrabar la siguiente fase. Jesús tuvo que ser bautizado por Juan. ¡Vuelva a recuperar su derecho! El Señor anhela coronarlo con su justicia. Si rechazamos llevar esta corona, el acusador comenzará a atacarnos y nos condenará el resto del año. El dominio viene cuando no tememos cargar esta corona (Salmo 9). Somos la justicia de Dios en Cristo Jesús, pero debemos llevar la corona de esa justicia. Nuestra justicia debe transformarse en una experiencia.

Párese en su justicia. Dispóngase a obedecer y hacer lo que lo mantendrá parado en la justicia para que el enemigo no pueda acusarlo después por no hacer algo que debería haber realizado. Pídale al Señor que reforme el fundamento sobre el cual se asienta. Algunos de nosotros necesitamos hacer cambios porque el fundamento sobre el cual estuvimos parados en el pasado es demasiado débil para sostenernos en el tiempo que viene. Algunos de nosotros hicimos grandes cambios entre Julio y Septiembre pasado. Ahora debemos permitir que el Señor solidifique nuestra posición para que podamos caminar en la plenitud de lo que Él quiere hacer fructificar.

Día 6: Lea Génesis 24-26. En este tiempo el Señor desea remover las piedras de nuestros pozos, crear nuevos y llevarnos hacia un lugar más amplio. Anhela regar las raíces de nuestro futuro. El Espíritu de Dios nos estuvo guiando a través de un proceso para arrancar todos los sistemas de raíces viejas que no producen el fruto necesario para la próxima generación. Este mes se abre una fuente nueva y fresca para regarnos que desciende hasta los sistemas de raíces más profundos que nunca recibieron agua. Vea que quienes se alinearon con usted durante este mes, puedan llenar sus cántaros para el futuro.

Que se derramen sobre su vida las estrategias de revelación y provisión. A veces, aún esas viejas estructuras religiosas pueden ser su provisión. Este es un mes donde el agua será trasvasada y se transformará en vino. Lea Juan 2. A Jesús le trajeron vasijas de agua que se usaban para el ritual de la purificación y luego cambió todo. Revise todas sus asociaciones durante este mes. Se levantará una nueva energía en su vida. Su identidad se puede transformar y reformar súbitamente. También medite en Juan 4.

Día 7: Este es un día de celebración. Medite en su Salmo favorito. Pase todo este día celebrando. No permita que los “ladrones de gozo” le impidan experimentar lo mejor de Dios. El Espíritu de Dios lo verá y también lo celebrará. Si siente que su celebración se está apagando, pídale al Señor que suelte una unción de gozo sobre su vida por tres días más. Esto lo santificará y lo hará avanzar para salir de ese tiempo pasado. Este mes los árboles darán palmadas de aplauso. ¡El viento sopla sobre las balsameras! Lea 2 Samuel 5.

Pida que su sistema de raíces sea transformado y las más profundas reciban agua y florezcan. Observe los árboles. Observe los primeros brotes. Observe a otros cuando van hacia sus lugares de alimentación. Observe cómo soplan los vientos a lo largo de estos tres meses. Observe la dirección de los vientos. ¡Observe desde dónde soplan los vientos! Atrape el viento que le permitirá avanzar, necesita atraparlo rápidamente. Sus facturas no lo abrumarán este mes. Esta estrategia tomará el control de su vida y lo trasladará hacia su nuevo lugar de victoria. Sorprenderá al enemigo este mes. El Señor está diciendo: “Te estoy entregando estos avisos con anticipación para que puedas cambiar la dirección de tu camino”. Lea el Salmo 16.

Día 8: La tribu de Aser está asociada con el mes de Shevat. Aser está ligada al placer, la felicidad y palabras como delicioso y grosura. Su madre fue Zilpa y Lea su sierva. Lea Génesis 30:13 y Génesis 49. Durante el movimiento y la guerra, Aser se posicionaba entre Dan y Neftalí (Números 2:27). Los límites de la herencia que le entregaron a Aser (uno de los terrenos más ricos en Palestina) y los nombres de sus ciudades, están registradas en Josué 19:24-31 y Jueces 1:31-32. La riqueza ofrecida a esta tribu podría haber provocado su caída.

Ore por la economía durante este año. Ocurrirán grandes fluctuaciones y sacudones en la tierra. Una de las promesas para Aser fue que sumergiría sus talones en aceite. Observe las estructuras petroleras durante este mes y a cada nación, estado o territorio relacionados con el petróleo y sus reservas. Si usted entiende los efectos del petróleo, cómo afecta los suministros y cómo operar financieramente en ello, ¡le irá muy bien! La industria automotriz debe comenzar a hacer cambios este mes debido al petróleo. Necesitamos ver nuevas invenciones este mes, entonces esperemos esos anuncios. Además esto tiene un gran significado durante este mes. Su unción se comenzará a producir de una nueva manera durante este mes. Cuídese de caer en estructuras religiosas, confíe para que surja una unción que arrasará todas las estructuras que lo detuvieron en el pasado. Memorice y medite en Isaías 10:27.

Ana, la profetiza, era de la tribu de Aser (Lucas 2:36) y reconoció a Cristo cuando era un bebé. Por tanto, pídale al Señor una nueva dimensión de discernimiento. Lea Hebreo 4 y 5. Pídale al Señor que le entregue leche pura. Debe digerir la proteína que el Señor le está entregando durante este mes. Declare que atravesará la puerta de la vida hacia un nuevo tipo de nutrición. ¡Avance con gozo, placer y felicidad!

Lea Daniel 1. Recuerde que Daniel y sus amigos comieron vegetales. ¡Eran saludables y sus rostros resplandecían! Cuide lo que come durante los próximos tres meses. Muchos ayunan durante este tiempo del año. Existen muchas maneras de ayunar. Permita que el Señor escoja sus tiempos de ayuno (Isaías 58). Debe cambiar ciertos patrones o esos patrones se mantendrán el resto del tiempo por venir. Debe anhelar el cambio para no verse atrapado en el lugar viejo y familiar. Permita que Dios le diga lo que necesita hacer.

Me encontraba con el hijo de unos amigos y me di cuenta que había perdido peso. Me comentó que perdió 15 kilos sólo por dejar de tomar gaseosas y comer comida rápida durante tres meses. No caiga en ningún tipo de ataduras durante este año, pídale al Señor que cambie su apetito. En realidad no se trata de comer, sino del apetito y la fe. ¡Acérquese a Él y Él se acercará a usted! Ponga sus manos sobre su esófago y su estómago declarando su sanidad. También declare que el Cuerpo de Cristo será capaz de digerir la nueva revelación. Pídale al Señor que le permita digerir espiritualmente lo que no podía asimilar el año anterior.

Llene su atmósfera con alabanza y busque la bendición del Señor para cada mes. Encuentre los lugares donde la revelación del Cielo se cruza con la puerta en la realidad terrenal. La revelación crea el camino de entrada para nuestra siguiente oportunidad. Permita que la Palabra de Dios cobre vida en usted de una nueva manera. Reciba un espíritu de revelación. Decreto que este sólo es el principio de las nuevas manifestaciones de Dios en su vida. Verá que ocurrirán muchas cosas. Quizá vea una nueva prosperidad, digiera una nueva revelación y reciba una nueva unción. Quizá se ponga a crear nuevas invenciones. En el nombre de Jesús, lo envío en este “año de los camellos” hacia todas sus bendiciones que se manifestarán y florecerán.

Chuck D. Pierce

domingo, 10 de marzo de 2013

“Estoy más cerca que cualquier necesidad que pudrieras llegar a tener”

Por Kathi Pelton

clip_image001Un par de semanas atrás tuve un sueño vívido que quisiera compartir con usted. En mi sueño fui conducida a una casa donde encontré un número de líderes cristianos que conozco personalmente. Estos líderes me llevaron a una habitación, donde me pidieron que orara y escuchara al Señor por ellos. Cada uno de ellos enfrentaba diferentes necesidades personales.

Una mujer me dijo que sintió que el Señor le pidió que se parara en fe y comprara una casa para el ministerio, pero ahora ella y su ministerio enfrentaban un desalojo por falta de pagos. Un matrimonio me explicó que hicieron un compromiso para ayudar a los huérfanos, pero estaban cortos de fondos para honrar su pacto. Otra pareja había perdido a su niño y estaban orando por su resurrección, pero no veían que ocurriera.

Me sentí abrumada por la responsabilidad de oír por ellos, pero no podía darle la espalda a sus pedidos de oración y ver si el Espíritu Santo me decía algo para cada uno de ellos. Entré en un cuarto sola y comencé a clamar a Jesús. Inmediatamente me di cuenta de la magnitud de los problemas que cada una de estas preciosas personas estaban enfrentando y cómo el enemigo quería usurpar su conocimiento de Jesús con dolor, con duda y con necesidades. Luego oí algo que sonó como la voz audible de Jesús y todo lo que dijo fue: “Estoy más cerca que cualquier necesidad que pudieran llegar a tener”.

Desde el momento que me habló esas palabras pude darme cuenta, más que nada en la vida, de su cercanía y su presencia. Cada necesidad que alguna vez tuve y cada pregunta que alguna vez hice, repentinamente perdieron importancia a la luz de su presencia. Por primera vez sentí que experimentaba y comprendía las palabras del Salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me faltará”.

Estaba experimentando la falta absoluta de deseo o necesidad de cualquier cosa que no sea su cercanía y su presencia. Las necesidades que compartieron conmigo sólo momentos y me cargaron tanto, fueron opacadas por su presencia. “Dios con nosotros”, fue la respuesta. Fue muy simple, pero al mismo tiempo la experiencia más profunda que alguna vez haya tenido.

Sólo puedo orar para que el Espíritu Santo le revele el poder de estas palabras simples. En el sueño pude darme cuenta que estas palabras (aparte de la experiencia), podían sonar superficiales y sin dirección. Pero supe que no les hablaría esas palabras y los dejaría ir, sin ungirlos para concretar el mismo trabajo en el corazón de cada persona como lo hizo con el mío. Experimenté una ausencia absoluta de preocupación y carga. Nunca me había dado cuenta cuántas cargas cargamos sobre nosotros mismos que no nos correspondían.

El Señor es mi Pastor

Jesús dijo en Mateo 11:28-30: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.

Las palabras “quietud bendecida” resumen lo que experimenté. Todas las olas de la necesidad se calmaron, todos los vientos amargos de las preguntas se acallaron. Cada carga y sentido de peso que tomó dominio sobre mi alma, fue destronada por la fidelidad del Señor. Jesús había regresado a su trono de justicia como Rey en mi vida. Cada voz y necesidad que trataron de usurpar su autoridad y amor en mi vida, fueron removidas en ese momento.

Estoy escribiendo esto tanto para usted como para mí. Aún ahora las necesito, unas pocas semanas después de recibir este sueño, mi propio padre murió. Necesitaba recordar que “Jesús siempre está más cerca que mi mayor necesidad”. Oro para que usted también pueda ser consolado y restaurado por las palabras gentiles y amables del Señor para habitar en su profunda presencia y autoridad.

Kathi Pelton

“Cómo poseer la esperanza de un buen futuro, borrando las fronteras de los impedimentos”

Por Barbie Breathitt

clip_image002Memoria: es la expresión de la imaginación. Es la habilidad para retener o recordar las cosas o los eventos que nos imaginamos o experimentamos en el pasado. Perder la memoria es el sueño obsesivo o apasionado que no podemos o queremos recordar.

Visiones: es ver hacia adelante, teniendo especial cuidado por el futuro. Es la habilidad para imaginar las cosas que pueden ocurrir en el futuro. La imaginación se complace cuando ve algo nuevo o excepcional. La presencia del Espíritu Santo le enseña a nuestros ojos espirituales de la fe a ver este camino hacia lo invisible. Dios nos garantiza el acceso a las visiones para caminar en una realidad superior a lo natural, donde existimos la mayor parte del tiempo.

Cuando recibimos la visión de Dios para nuestro futuro, seremos capaces de profetizarlo para que ocurra. Si damos un salto hacia el futuro, podremos decretar con osadía las cosas que vemos desde la perspectiva de Dios y Él las establecerá para nosotros. El Espíritu Santo revela el conocimiento que excede el razonamiento carnal y posee un poder interior que nos transformará desde adentro hacia afuera.

Fe enfocada: nos hará darnos cuenta de las posibilidades profundas que existen en la realidad invisible. La fe nos da el acceso a la realidad invisible del espíritu para que podamos eliminar las fronteras de la limitación. El hecho fundamental de la existencia es que la fe y la confianza en Dios son el fundamento firme que hace que valga la pena vivir la vida. El mundo fue llamado a existencia por la fe en un Dios invisible. Él ordenó palabras creativas para revelar lo oculto y traerlo a existencia.

La fe es la sustancia espiritual

La fe combinada con la esperanza produce el terreno fértil de una nueva realidad que surgirá desde la esfera de la nada invisible. La fe revela los planes que Dios guardó en su corazón. Cuando nos mantenemos enfocados en el Señor, somos capaces de descansar en la esperanza, conociendo que tenemos una buena herencia. Cuando bendecimos al Señor, el Espíritu Santo nos aconseja y nos muestra el camino de la vida abundante. Entrar en la presencia de Dios desata la plenitud del gozo para que podamos experimentar los placeres de Dios para siempre.

El alma curiosa anhela explorar las innovaciones y aventurarse hacia lo desconocido. Lo desconocido es una puerta abierta que nos invita a participar en la ingeniería de una vida nueva. Al esculpir nuestros futuros brillantes, encontraremos lo inesperado mientras habitamos y caminamos por dimensiones que están más allá de nuestro control.

El tiempo de descubrimiento nos introduce en la realidad donde nuestros pasos están ordenados por el único, omnisciente, poderoso y amoroso Dios. Él derrama gracia, misericordia y conocimiento revelador que nos capacita para abrazar la nueva jornada cada mañana. Las ideas creativas fluyen desde la imaginación, trayendo gratificación y deleite sorprendente para los buscadores ardientes, mientras reciben visiones asombrosas que nunca antes se recibieron, poseyeron o aún se conocieron.

La fe es la sustancia espiritual que provee las pruebas sobre la realidad de las promesas y las posibilidades eternas. La fe hace real las cosas que esperamos. La fe es la prueba de lo que no podemos ver. Las cosas que vemos fueron hechas por Dios, a quien no podemos ver con nuestros ojos naturales. La fe se debe ver a través de los ojos del entendimiento con un corazón iluminado. La fe en la Palabra habilita nuestra mente para que sea renovada por el Espíritu y podamos pensar como Dios. Cuando nuestras mentes y corazones sean renovados por oír las palabras del Espíritu Santo, nos transformaremos en hacedores de la Palabra.

La revelación es la carne de la Palabra, iluminada por el Espíritu Santo, que viene hacia nosotros como un rhema o una expresión “actual” de Dios. La fe nos mueve hacia el ahora. La Palabra establece un fundamento sólido y amplio en nuestra vida sobre el cual Dios puede edificar. Dios habita en vasos terrenales (ver 2 Corintios 4:7). Dios quiere establecer su habitación dentro de nosotros. Cuando Dios nos posee lo imitaremos. Reflejaremos o imitaremos aquello en lo cual creemos. La fe hará que el poder invisible del Reino de Dios se manifieste “en” y “a través” de nuestra vida.

Una esperanza y un futuro

Dios el Padre nos garantiza el Espíritu de Sabiduría para que podamos discernir el futuro. Se nos enseñó a tener fe en Dios. También debemos tener la fe en Dios para ver cómo se remueven las montañas de nuestra vida. Dios no duda, conoce y cree que las cosas que dice se cumplirán y ocurrirán. Por tanto, debemos adoptar este principio de vida poderoso y piadoso.

Cualquier cosa que pidamos mientras oramos, si creemos que lo recibiremos, lo tendremos. Para recibir las respuestas a nuestras oraciones, necesitamos orar en el nombre y el carácter de Dios. Debemos orar y creer que tenemos las respuestas de Dios. Ver las cosas desde la perspectiva de la gracia de Dios. Cuando nos ponemos de acuerdo con la gracia en el corazón de Dios, nos concederá los deseos de nuestro corazón. Cuando abunda el pecado el mundo se aterroriza, pero cuando la gracia de Dios golpea al mundo, le estará brindando una esperanza en el futuro.

Si no nos ponemos de acuerdo con los caminos y los planes sobrenaturales de Dios, nuestra imaginación se moverá fuera de la realidad elevada del Espíritu hacia las realidades inferiores de la duda y la incredulidad. Cuando reina la duda, la fe queda limitada a lo temporal que vemos con nuestros ojos físicos y conocemos por medio de nuestro intelecto. La incredulidad establece un límite estrecho en nuestra capacidad para alcanzar cosas, definiendo qué cosas creemos que pueden ser posibles, entonces no podremos ver nada grande.

Cuando adoramos a Dios en Espíritu y verdad, somos capaces de ver con los ojos de nuestra imaginación espiritual. La fe nos permite acceder a las cosas que están disponibles en la realidad de lo invisible. Una vez que imaginamos una cosa, podremos atraerla hacia nuestro presente. El Espíritu Santo abre las realidades de la visión para que podamos ver los deseos de su corazón y llamarlos a existencia. Seremos el canal por donde fluirá el Espíritu Santo para traer el cielo a la tierra. Cuando le damos expresión al mover del Espíritu Santo, su presencia y su poder se manifestarán en la tierra. El mayor poder en el universo es el amor.

Dra. Barbie L. Breathitt